Impuestos y declaración de la Renta en la compra de tu coche
La compra de un coche suele ser una operación complicada. Por un lado, encontrar el coche que más se adapte a nuestras necesidades, pero que además nos guste su diseño y que se ajuste a nuestro presupuesto, es el primero de los desafíos a superar. Luego, vendrá uno de los mayores dolores de cabeza a la hora de comprar un coche de ocasión, los impuestos y la Declaración de la Renta. En esta guía te explicamos qué tasas debes pagar, así como si has de declarar o no tu vehículo a Hacienda.
Pero luego vienen más, pues habrá que contratar un seguro, pagar el impuesto sobre vehículos a motor —el conocido como “impuesto de circulación”, que, en realidad, no es tal— y por supuesto, el abono de otros impuestos que a veces se nos olvidan.
¿Debo declarar la compra de un coche en la Renta?
Uno de los temas que muchos usuarios se preguntan cuando se disponen a comprar un coche, es si están obligados a declarar dicha adquisición en Hacienda. Y la respuesta es muy sencilla: la compra de un coche no afecta a la declaración, salvo en casos muy específicos como autónomos que usen el vehículo para trabajar, o en el caso de personas con discapacidad o que tengan su cago a una persona con discapacidad. Es decir, para todos aquellos que trabajen por cuenta ajena —que no sean autónomos— y jubilados, no están obligados a declarar la compra de un vehículo nuevo cuando realicen la declaración de la renta. Esto viene ya que se trata de un bien de consumo.
Los impuestos que debes pagar en la compra de un vehículo
El primer impuesto que se aplica tras la adquisición es sobre vehículos a motor —el conocido como “impuesto de circulación”, que, en realidad, no es tal. Luego, viene los impuestos a los bienes de consumo, como el 21% de IVA y el impuesto de matriculación, que varía según las emisiones de CO2 del vehículo. Dicho impuesto varía entre el 4,75 y el 12,75% a partir de 120 gramos de CO2. Los que homologuen menos emisiones de 120 gramos de CO2, están exentos de pagar el impuesto de matriculación.
Deducciones por la compra de coches
A estos impuestos debemos sumar uno nuevo, aunque no es impuesto, se centra en una deducción del 15% del IRPF por la compra de un vehículo eléctrico, una deducción que se puso en activo a partir del 30 de junio de 2023. No obstante, esta deducción solo se efectuará en caso de ser un coche eléctrico nuevo, es decir, no afecta a los coches de ocasión.
Ojo. Si te has beneficiado de ayudas otorgadas por el Gobierno, se consideran ganancias patrimoniales y, por tanto, deben declararse a Hacienda. Es decir, cosas como el Plan MOVES III se deben declarar en la renta y están sujetos a gravamen.
Declaración de los coches en la Renta para los autónomos
Si eres autónomo, las cosas cambian un poco. Lo primero que debemos tener en cuenta es si el coche será usado para trabajar o para un uso particular. En el primer caso, los autónomos podrán desgravarse el 50% de las cuotas —capital e intereses— pagados durante el año objeto de la declaración, así como el 50% del IVA, tanto si el coche es en propiedad o mediante vehículos de renting. Existen excepciones, como siempre. Por ejemplo, los taxistas, que usan el coche exclusivamente para trabajar, podrán desgravarse el IVA por completo. En este grupo, además de los transportistas, también se incluyen los autónomos dedicados a la enseñanza de la conducción, por poner otros ejemplos. Conoce más sobre el renting en este artículo.
Pero esto no es todo, porque los autónomos que usen su vehículo para trabajar, podrán desgravarse los gastos de mantenimiento y hasta un 50% los gastos de combustible, excepto en los casos de taxistas y transportistas, que podrán desgravarse el 100% del IVA. Sin embargo, si el coche es de empresa, será la empresa quien se pueda desgravar los costes, mientras que el empleado no podrá hacerlo. Esto es muy interesante para aquellas personas que estén buscando furgonetas de segunda mano para su negocio.
El caso es que si el empleado usa el coche para algo más que para trabajar, se considera “rendimiento en especie”, es decir, como si fuera parte del sueldo, y en ese caso, sí habrá que declarar el 20% del coste anual de adquisición del coche como ingresos en especie, y, por tanto, tributar lo que corresponda.
Y para acabar con el tema de los impuestos, hay que tener en cuenta otras cosas. Si el coche es de renting, ese 20% se calculará sobre la base del valor de mercado del modelo en cuestión, aunque si se trata de un coche eléctrico o híbrido enchufable, se aplicará un 30% de descuento a la cantidad a declarar siempre que el precio del coche sea interior a 40.000 euros. Si es un híbrido convencional, se podrá reducir un 15%, si es diésel o gasolina con emisiones de menos de 120 gramos de CO2, cuyo precio es inferior a 25.000 euros, se podrá desgravar un 15%.